domingo, 13 de diciembre de 2015

Chewie Piruetas - Reseña


Loopin'  Louie
Star Wars es una licencia que ha dado mucho de sí. Como todos sabemos, se puede encontrar casi cualquier objeto imaginable con el mítico logo de la saga estampado en algún sitio. Personalmente, adoro las películas (la trilogía original), sus personajes, la historia, la banda sonora y un extensísimo etcétera. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro y, si bien es cierto que hay verdaderos juegazos ambientados en este universo (Imperial Assault, X-Wing, Armada), también se han publicado otros tales como versiones de clásicos tostones como Risk, Monopoly o Trivial que evidencian que el logo Star Wars no siempre va asociado a buena calidad. Teniendo esto en mente y estando completamente preparado para la decepción, adquirí una copia del juego que hoy nos atañe, espoleado por algún que otro canal de Youtube americano que lo tachaba de ser sorprendentemente divertido. Sin más introducciones empezamos.


En este caso, os vengo a hablar sobre una adaptación de Looping Louie: un famoso juego de destreza para niños de 4 años o más en el cual intentamos proteger a nuestros pollos (fichas) de Louie, un piloto de avioneta, cuyo único propósito en la vida es robárnoslos. Cambia a Louie por Chewie (montado sobre el Halcón Milenario), a los pollos por Stormtroopers, reduce el número de jugadores de 4 a 3 y tendrás Chewie Piruetas.
Cómo se juega:


Para este juego, debido a la facilidad de aprendizaje de las reglas, he decidido substituir mi descripción de las reglas por algo un poco más gráfico: un vídeo. Se trata de un juego tan simple que no hace falta más que verlo en acción para entender cómo se juega. Lo único que necesitáis saber es que gana la partida quien sea el último en tener fichas de Stormtrooper en su plataforma. Aquí os dejo, pues, el vídeo de la partida que grabé. 

Mi opinión:

A la hora de analizar un juego es realmente importante tener en mente el público al que va dirigido. En este aspecto, Chewie Piruetas puede engañar a primera vista. Su portada caricaturesca (acompañada de una foto de niños pequeños disfrutando de una partida), el aspecto 'juguetil' de los componentes y la sencillez de sus reglas parecen indicar que el único objetivo del juego es ayudar a los padres a quitarse de encima a los peques durante un buen rato. Sin embargo, y contra todo pronóstico, Chewie Piruetas es igual de divertido para niños como para adultos y funciona como juego de destreza mucho mejor de lo que su aspecto parece vaticinar. Me resulta fascinante que un diseño tan básico logre enganchar de esta manera a los jugadores y provocar tantas risas al ver cómo van cayendo los Stormtroopers uno a uno.

Los componentes del juego sirven perfectamente su propósito. El plástico de las partes no es todo lo duro que podría ser, pero estamos ante un producto de Hasbro y eso no sorprende. El montaje es sencillo y rápido, ya que ensamblar las secciones de 'la máquina' no nos llevará más de 30 segundos, y la miniatura de Chewie sobre el Halcón Milenario es realmente graciosa.
'La máquina'
Como lados negativos de la producción podría hablar sobre el hecho de que nunca se me han dado bien las pegatinas y en este juego se incluyen bastantes (cosa que es realmente molesta), pero si se hace con la ayuda de los demás jugadores, el proceso es bastante rápido e indoloro. Otro aspecto que no me acaba de convencer de la calidad de los componentes es que no sé hasta qué punto Chewie y las plataformas de cada jugador aguantarán los golpes de jugadores adultos, puesto que todo parece indicar que el diseño y el grosor del plástico han sido concebidos, en un principio, para niños. De momento, mi copia aguanta bastante bien y no se ven marcas (todo y que no hemos sido especialmente amables con Chewie), pero no sé hasta qué punto este juguete/juego está fabricado para durar.

Dejando la parte física del juego a un lado, toca hablar del gameplay en sí. Chewie Piruetas es una auténtica rareza, puesto que, aunque todo parece llevar la etiqueta 'JUGUETE' como estandarte principal, competir por ser el que mejor defienda a sus Stormtroopers es realmente entretenido y adictivo para todos los públicos. Se explica en 1 minuto, se juega en otros 3 y, cuando te das cuenta, llevas una hora entre partidita y partidita. Aún así, para lo que es, el juego no es perfecto. No entiendo por qué han decidido reducir el número de jugadores a 3, cuando todo indica que cuantos más, mejor. Supongo que se trataría de mantener un precio competitivo y comparable al de su antecesor, ya que todos sabemos que siempre que ponga Star Wars en la caja, hay que pagar un plus por la licencia, y la única manera de reducir costes era ahorrándose el plástico de un cuarto jugador. No habiendo probado Loopin' Louie no puedo afirmar a ciencia cierta si un cuarto jugador marca la diferencia, así que tampoco diré que su ausencia es un gran problema.

Tu niño interior jugando a Chewie Piruetas
Al contrario de lo que pueda parecer, en Chewie Piruetas se pone a prueba la destreza y reflejos de los jugadores y hay poco azar en la ecuación (Eurogamers will love this). Este es un juego en el cual, con práctica, se puede llegar a ser bueno y pillar la manera de dar un golpe justo e imparable. Sin embargo, su mecánica y sus reglas son tan sencillas que más que un juego, da más la sensación de tratarse de una actividad. Es cierto que estamos compitiendo y también es cierto que quien sea el último en caer será el ganador, pero las partidas son tan increíblemente breves que no da tiempo a darle importancia a una victoria o a una derrota. Es sencillamente irrelevante, y esto hace que Chewie Piruetas pierda puntos como juego competitivo y los gane como un simple pasatiempo o un filler entre partidas (con el toque de la temática Star Wars). Si bien me parece un 'chorrijuego' bastante bien logrado, es uno de esos diseños en los cuales la mecánica principal es el juego en sí y no hay nada más allá de lo que se ve a primera vista. Chewie Piruetas apela a nuestro síndrome de Peter Pan, a nuestro deseo de volver a ser niños y nos transporta a ese tiempo en el cual no importaban los puntos de victoria o los golpes críticos, sino el placer de jugar por jugar. Te verás encadenando partidas con tus amigos (solo dos de ellos lamentablemente) y echando risas sin parar, sin importarte a quién va dirigido el juego, por qué lo has comprado y qué pensarán de ti por tenerlo en tu colección. Chewie Piruetas equivale a divertirse en su máxima expresión.


Mr. Blue Meeple le da un: 6/10

PD: ¡Gracias a Toni, Mario e Iru por posar ante la cámara!

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